Vértigo
Vértigo
El vértigo es una sensación falsa de movimiento de sí mismo o del entorno. En general, el movimiento percibido es rotario (una sensación de giro o torbellino), pero algunos pacientes simplemente sienten que se les tira hacia un lado. El vértigo no es un diagnóstico, sino la descripción de una sensación. Ambas sensaciones pueden estar acompañadas por náuseas y vómitos o dificultad con el equilibrio o la marcha.
El vértigo es el resultado de lesiones vestibulares agudas, y puede ser periférico (lesión del laberinto o nervio vestibular) o central (lesión del tronco cerebral o cerebelo).
El sistema vestibular está formado por partes del oído interno y del cerebro, que procesan la información sensorial relacionada con el control del equilibrio y el movimiento ocular. Si la enfermedad o lesión daña estas áreas de procesamiento, puede producir un trastorno vestibular.
El equilibrio se logra y mantiene gracias a un complejo sistema de control sensorio motor que incluye las informaciones que nos llegan desde la visión (vista), propiocepción (tacto) y del sistema vestibular (movimiento, equilibrio, orientación espacial). Estas sensaciones se integran de manera compleja en el tallo cerebral, cerebelo y cerebro, con el fin de generar respuestas adecuadas para mantener la postura y lograr un movimiento fluido y preciso.
Debido a que el vértigo puede tener causas múltiples (traumatismos, tumores, procesos degenerativos, vasculares, infecciosos, tóxicos, idiopáticos) es importante hacer un diagnóstico específico. La duración de los episodios vertiginosos y la presencia o ausencia de síntomas auditivos (hipoacusia/tinnitus) pueden ayudar mucho al diagnóstico diferencial.
Varias enfermedades pueden afectar los órganos vestibulares, pero la neuronitis vestibular, el vértigo postural paroxístico benigno, la enfermedad de Meniere y la laberintitis pueden ser responsables en la mayoría de las ocasiones.
Con menor frecuencia, la causa es un trastorno vestibular central (comúnmente, migraña), un trastorno con un efecto más global en la función cerebral, un trastorno psiquiátrico o uno que afecta la aferencia visual o propioceptiva. Los trastornos no neurológicos con un efecto más global sobre la función cerebral a veces se manifiestan como mareos y vértigo. Normalmente, estos trastornos causan hipotensión, hipoxemia, anemia o hipoglucemia; cuando son graves, algunos de estos trastornos pueden manifestarse como síncope. Además, ciertos cambios hormonales (enfermedad tiroidea, menstruación, embarazo) pueden causar mareos o vértigo.
El tratamiento indicado para el vértigo depende de los síntomas, el historial médico, el estado de salud general, la exploración física y de los resultados de las pruebas diagnósticas. Cuando el tratamiento médico no es eficaz para controlar el vértigo y otros síntomas causados por la disfunción del sistema vestibular, la cirugía puede ser una opción. El tipo de cirugía realizada depende del diagnóstico de cada individuo.
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