Los acúfenos o tinnitus pueden ser de dos tipos: objetivos, cuando hay una fuente orgánica del sonido, que es audible también por otras personas, o subjetivos, cuando solo la persona afectada puede percibirlo. Los acufenos subjetivos son el tipo más frecuente.

Las causas mas frecuentes para padecer tinnitus son la exposición prolongada a ruidos de elevada intensidad, infecciones en los oídos, problemas relacionados con la trompa de Eustaquio (que conecta el oído medio y la parte posterior de la nariz), enfermedad de Ménière, la disminución de riego sanguíneo en el oído, problemas en las vertebras cervicales o en la articulación temporomaxilar, cerumen impactado en el oído, hipertensión, diabetes, alteraciones genéticas, vasculares o neurológicas. Asimismo, los acúfenos pueden derivar de cualquier afección del aparato auditivo, a ruidos o explosiones fuertes (trauma acústico) y el uso de fármacos ototoxicos entre otras. Aunque sabemos de todas estas causas y problemas médicos asociados al tinnitus, hay personas que desarrollan tinnitus sin ninguna razón aparente. A la mayoría de los pacientes se les debe realizar una prueba de audición. Comenzar el tratamiento es clave para que el problema no empeore.