Entre los 5 y 10 años, los gérmenes más frecuentes son las bacterias. Cuando las amígdalas se infectan crónicamente por virus y/o bacterias, dejan de tener la misión que se les atribuye, es decir la de actuar como agentes contra las infecciones, convirtiéndose en una fuente importante de problemas para la salud del niño. Se puede ver a veces en estos niños una respiración ruidosa, casi un ronquido, ya sea en reposo o despiertos. Presentan voz descrita como de “papa caliente” o como algo que ocupa espacio en la boca. Los padres pueden referir que el niño presenta pausas respiratorias durante el sueño. Estos niños son respiradores bucales crónicos. Suelen tener problemas ortodóncicos, y alteraciones del gusto y del olfato. Presentan talla baja y en general suelen ser delgados y malos para comer.

La amigdalectomía es aconsejable cuando los episodios de “amigdalitis” son tan frecuentes o graves a pesar de los tratamientos antibióticos y llegan a afectar la salud general del niño, interfiere con las actividades académicas por falta de descanso, con la audición por constantes infecciones en el oído e incluso con la respiración por obstruir las vías respiratorias entre otras indicaciones.