Se denomina epistaxis a todo proceso hemorrágico que tenga su origen en las fosas nasales. Las fosas nasales están provistas de una abundante irrigación arterial, la cual es necesaria para realizar una de sus principales funciones que es el calentamiento del aire inspirado. Según su origen anatómico, la epistaxis puede dividirse en anterior y posterior. La región anterior de la fosa nasal es el sitio más común de sangrado, su plexo vascular, ubicado en la región antero inferior del septum nasal, es conocido como plexo de Kiesselbach (a esta área se le conoce también como área de Little). Esta área es particularmente susceptible a presentar sequedad de su mucosa y al trauma digital.

Las causas de hemorragia nasal son muy variadas y pueden depender de factores predisponentes como son los ambientes secos y el uso crónico de descongestionantes nasales tópicos. Dentro de las causas mas comunes de epistaxis tenemos la presencia de cuerpos extraños en nariz, desviaciones o perforaciones del septum nasal, rinosinusitis, tumoraciones y traumatismos nasales, rinitis, hipertensión arterial, diabetes, anomalías vasculares (enfermedad de Osler-Weber-Rendu o malformaciones arteriovenosas), uso crónico de anticoagulantes y algunas discrasias sanguíneas.

El tratamiento dependerá de la etiología, la localización y de la severidad del sangrado. Existen diversas opciones, las cuales van desde el taponamiento nasal anterior y posterior, electro cauterización, cauterización química y el uso de vasoconstrictores, hasta métodos más complejos como, ligadura de vasos, cirugía endoscópica y procedimientos de radiología intervencional (embolización selectiva).